domingo, 29 de enero de 2012

A España ya no le interesa esta UE

Razones por las que a España ya no le interesa seguir en esta UE:

- Una Unión donde se fijan estrictos "criterios de convergencia" basados en la obsesión por el déficit público de los postulados neoliberales, pero donde no se establece como contrapartida la existencia de una fiscalidad europea y una deuda pública europea, mecanismos destinados a que todos los Estados miembros respondan por todos de manera solidaria, no es una verdadera Unión, sino una moneda única al servicio de la especulación y los poderes financieros.

- Una Unión Europea capaz de proponer a Grecia que todos sus ingresos tributarios deben ir destinados al pago de su deuda y que puede enviar delegados para vetar partidas de su gasto público no es una Unión basada en la cesión voluntaria de soberanía en aras del progreso de sus ciudadanos, sino una dictadura ideológica basada en unos postulados que han demostrado ser nefastos para solucionar la crisis que estamos viviendo.

- Un Banco Central Europeo obsesionado con controlar la inflación sin importarle los problemas que supone la especulación descontrolada con la deuda soberana de sus Estados miembros, no es un verdadero banco central, sino un cómplice de dicha especulación. Desde luego, su actuación dista mucho de la que están desarrollando los que serían sus homólogos en el mundo: la Reserva Federal estadounidense, el Banco de Inglaterra o el Banco Central japonés, que con sus compras de deuda masivas están ayudando a sus respectivos países a salir de la crisis mucho mejor que nosotros.

- Una Unión Europea de 27 miembros (17 en la eurozona) supeditada única y exclusivamente a los criterios establecidos por uno de ellos, Alemania, no es una Unión, es una Sumisión. Los criterios alemanes pueden ser perfectamente válidos para ellos pero no tienen por qué serlo para todos los países periféricos de la Unión, cuyas economías son muy diferentes a la alemana. En todo caso, y ya que los citados criterios de Maastricht fueron firmados allá por 1992 (craso error del que vienen todos estos lodos), los países periféricos pueden comprometerse a cumplirlos siempre que haya una contrapartida clara: la emisión de deuda pública europea por parte del BCE. Alemania se niega porque no quiere pagar más intereses de los que paga actualmente (incluso a veces les pagan a ellos), pero en eso consiste una Unión, en la solidaridad entre sus miembros. Esta exigencia tiene que ser planteada inmediatamente por cualquiera de los países que más están sufriendo esta crisis en la UE: Grecia, Irlanda, Portugal, Italia y también, por supuesto, España.

- Integrarse en una Unión obsesionada hasta la locura con la competitividad perdiendo tu moneda nacional implica que, para competir, no podrás recurrir a la socorrida devaluación de tu moneda, que abarata tus exportaciones y te permite competir mejor en los mercados internacionales. ¿Qué les queda entonces a países como España para competir? Abaratar sus costes empresariales, es decir, reducir salarios y contribuciones sociales de las empresas.

- Una Unión capaz de exigir a sus Estados miembros que constitucionalicen el "déficit cero", haciéndoles introducir en sus Constituciones nacionales una cláusula netamente ideológica (y que en España no va a traer más que problemas futuros para sus ciudadanos) es una organización alejada de los postulados democráticos y de defensa del progreso humano en que, quiero pensar, se basó su fundación.

- Una Unión que defiende a sus bancos por encima de sus ciudadanos debería ser disuelta mañana mismo.

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