martes, 12 de julio de 2011

Basta de bromas

Asistimos estos días al lamentable espectáculo de ver cómo los "mercados", que podíamos mejor denominar especuladores carroñeros (no son otra cosa), se recrean en desmantelar la Unión Europea a base de forzar impagos en varios de sus Estados miembros subiendo la presión sobre su deuda soberana. No creo que nadie dude de que estos mecanismos, que tan sólo buscan la máxima ganancia aún a costa de hundir países enteros (y con ello, a sus ciudadanos), no tienen límite y no parararán de tensar la cuerda hasta que alguien dé un puñetazo en la mesa. La situación está deviniendo demasiado grave como para que la UE no adopte de una vez una posición común seria, que refuerce a la Unión y al euro y que frene de una vez esta espiral absurda. La integración política y fiscal de la UE debe reforzarse tras esta crisis, hay demasiadas cosas en juego y gobiernos pacatos como el alemán, el holandés o el finlandés, que no cesan de boicotear los acuerdos del Eurogrupo, deben poner por delante de sus intereses nacionales la defensa de la UE, porque unidos somos mejores y más fuertes.

Es intolerable que países soberanos se vean sometidos a los vaivenes que provocan cada semana tres agencias de calificación, léase Moddy's, Standard and Poor's y Fitch, que juegan a subir y bajar la nota de los países según tenga el ánimo el incompetente empleado de turno que aprieta la tecla correspondiente. Digo incompetente porque está demostrado que estas mismas agencias no supieron prever el hundimiento de Lehman Brothers, que tan lejano parece ahora y que fue uno de los gérmenes de todo lo que sucede hoy. ¿Quién califica a las agencias de calificación?

¿Alguien recuerda que hace 10 o 15 años se hablara de estas agencias? Hoy todos los telediarios abren día sí y día también con la nota que Moody's pone a la deuda española, y los países tiemblan ante una posible bajada en la calificación. Esto, si no fuera por las consecuencias directas sobre los ciudadanos que ya estamos sufriendo, no podría povocar más que risa. ¿Tres empresas privadas, además de capital estadounidense, controlando el comportamiento de toda la Unión Europea y favoreciendo con ello el auge de los especuladores que acuden a la sangría como buitres a la carroña? ¿Hasta cuándo se va a tolerar esto? Por favor, acabemos con esto de una vez y creemos mecanismos serios de calificación a nivel europeo y controlemos a estas agencias que están jugando con cosas demasiado serias.

Y también empecemos a pensar que no es tan grave no pagar la deuda, México o Argentina ya lo hicieron en los 90 e Islandia lo ha hecho hace escasos meses. Como ciudadanos europeos nos corresponde movilizarnos y exigir a nuestros países que no pasen por el aro de este juego que ya apesta. Y que no nos vendan que no queda otra: que nos pregunten en referéndum si queremos hacer frente a esa deuda, que nos pregunten de dónde queremos que se financie el Estado, que nos pregunten si queremos seguir aportando fondos públicos a entidades financieras.

¡Basta de tomaduras de pelo! ¡Quitémonos miedos de encima, el planeta seguirá girando aunque nuestros Estados no puedan hacer frente a sus deudas! ¡Los que no seguirán girando en esta rueda de avaricia y desvergüenza son los cuatro mangantes que la están provocando!

No hay comentarios:

Publicar un comentario