jueves, 3 de noviembre de 2011
Ya estamos en campaña
martes, 18 de octubre de 2011
Franquismo psicológico
lunes, 29 de agosto de 2011
Quiero vivir en un país criticado por Moody's
sábado, 27 de agosto de 2011
Golpe de Estado inaceptable
“1. Todas las Administraciones Públicas adecuarán sus actuaciones al principio de estabilidad presupuestaria.
2. El Estado y las Comunidades Autónomas no podrán incurrir en un déficit estructural que supere los márgenes establecidos, en su caso, por la Unión Europea para sus Estados Miembros.
Una Ley Orgánica fijará el déficit estructural máximo permitido al Estado y a las Comunidades Autónomas, en relación con su producto interior bruto. Las Entidades Locales deberán presentar equilibrio presupuestario.
3. El Estado y las Comunidades Autónomas habrán de estar autorizados por Ley para emitir deuda pública o contraer crédito.
Los créditos para satisfacer los intereses y el capital de la deuda pública de las Administraciones se entenderán siempre incluidos en el estado de gastos de sus presupuestos y su pago gozará de prioridad absoluta. Estos créditos no podrán ser objeto de enmienda o modificación, mientras se ajusten a las condiciones de la Ley de emisión.
El volumen de deuda pública del conjunto de las Administraciones Públicas en relación al producto interior bruto del Estado no podrá superar el valor de referencia establecido en el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea.
4. Los límites de déficit estructural y de volumen de deuda pública sólo podrán superarse en caso de catástrofes naturales, recesión económica o situaciones de emergencia extraordinaria que escapen al control del Estado y perjudiquen considerablemente la situación financiera o la sostenibilidad económica o social del Estado, apreciadas por la mayoría absoluta de los miembros del Congreso de los Diputados.
5. Una Ley Orgánica desarrollará los principios a que se refiere este artículo, así como la participación, en los procedimientos respectivos, de los órganos de coordinación institucional entre las Administraciones Públicas en materia de política fiscal y financiera. En todo caso, regulará:
a) La distribución de los límites de déficit y de deuda entre las distintas Administraciones Públicas, los supuestos excepcionales de superación de los mismos y la forma y plazo de corrección de las desviaciones que sobre uno y otro pudieran producirse.
b) La metodología y el procedimiento para el cálculo del déficit estructural.
c) La responsabilidad de cada Administración Pública en caso de incumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria.
6. Las Comunidades Autónomas, de acuerdo con sus respectivos Estatutos y dentro de los límites a que se refiere este artículo, adoptarán las disposiciones que procedan para la aplicación efectiva del principio de estabilidad en sus normas y decisiones presupuestarias."
Ayer viernes, tras una "ardua" negociación de dos días del PPSOE, la iniciativa fue presentada en el registro del Congreso de los Diputados. Fruto de ella, y tras dos semanas de debate en ambas Cámaras, se introducirá en la Constitución una cláusula netamente neoliberal, derivada de una ideología concreta: la que se obsesiona con el gasto público, y abandona siempre el lado de los ingresos, y la que se olvida de que esta crisis no la originaron los Estados sino los bancos. A estos bancos se les prestó dinero (en el mejor de los casos, también se les regaló mucho) a intereses de entre el 0% y el 1%, pero ahora a los Estados como España esos mismos "inversores" les exigen el 6% para prestarles dinero. Lo digo y lo vuelvo a repetir: en España hay grandes fortunas que pueden y deben contribuir a salir de esta crisis (y podían tomar el ejemplo de los grandes empresarios franceses que esta misma semana solicitaron a su gobierno pagar más impuestos para ayudar al país). Y entre ellos también hay delincuentes que mandan su dinero a Suiza para no pagar impuestos en su amada España, mientras se atreven a darnos lecciones de austeridad económica.
Poniendo el énfasis en las restricciones en el déficit y en el pago prioritario de la deuda (ver apartado 3) se resta soberanía al Estado a la hora de decidir qué partidas presupuestarias son prioritarias y se entra en un círculo vicioso de eterno pago de deuda que lastrará al país y a las generaciones futuras por muchos años. El estímulo público a través de la inversión en infraestructuras y otros servicios genera empleo y crecimiento. Con este artículo, se olvida toda política de estímulo para caer en una de austeridad derivada de la absurda imposición de Alemania, cuya canciller Angela Merkel, hace mucho que se convirtió en un cáncer para la Unión Europea. Señora Merkel, para tener una UE como la que Ud. nos propone, deshagamos la UE. La UE se fundó sobre la idea de ser una comunidad solidaria entre sus miembros para favorecer un crecimiento mutuo y armónico. Si cada país va a defender sus intereses (y más concretamente, los de sus bancos), ¿para qué queremos UE?.
Esta misma mañana acabo de enterarme de que Zapatero se reunió con Aznar en Moncloa en el mes de julio "para limar asperezas". Me he quedado petrificado. Petrificado de ver cómo los dos presidentes de Gobierno más mediocres que posiblemente haya dado este país se reúnen para venderlo al mejor postor. Petrificado por la ligereza del vergonzante "socialista" Zapatero y sus ministros a la hora de explicar lo inexplicable: una reforma constitucional anunciada en agosto, negociada en dos días y (presumiblemente) aprobada en un par de semanas.
La Constitución española es fruto de su tiempo, se aprobó en una época convulsa y las presiones que, imagino, debieron existir desde todo tipo de frentes, explican su inconcreción y su falta de valentía en muchos ámbitos. Yo siempre he defendido la necesidad de reformarla en muchos aspectos, empezando por la misma forma política del Estado, pues soy un firme defensor de la idea de una República federal para este país. Sin embargo, no puedo aceptar que, tras más de 30 años oyendo aquello de "no es el momento", "no hay suficiente consenso", "hoy no están alineados Venus y Júpiter", ahora se nos pretenda hacer creer que en dos días se puede aprobar una reforma constitucional crucial para nuestro futuro a espaldas de los ciudadanos.
Somos una democracia joven, pero estos días, en las muchas ocasiones que he tenido de juntarme y hablar con compañer@s ciudadan@s en las plazas de Madrid y Barcelona, he visto que no somos una democracia inmadura. No podemos permitirnos aceptar imposiciones como estas que además nos subestiman como ciudadanos, tratándonos como pobres incapaces que no entienden de economía, al estilo del mejor Luis XIV. Ni estamos en el siglo XVIII ni somos incapaces. Somos ciudadanos en el pleno ejercicio de nuestros derechos políticos y la Constitución, con sus fallos, su olor a ropero viejo y sus bisagras oxidadas, es nuestra, como nuestros son el Congreso de los Diputados, el Senado y el Palacio de la Moncloa.
Sólo el pueblo que ejerce dignamente sus derechos y pelea por ellos es un pueblo respetado. Nadie, y digo bien, nadie, va a otorgarnos derechos por concesión graciosa y, desgraciadamente, hay mucha gente dispuesta a arrebatárnoslos. Ante esto, sólo nos queda nuestra dignidad como ciudadanos y la calle, porque el pueblo no opina, el pueblo decide.
¡Ahora más que nunca, salgamos a la calle el domingo y proclamemos nuestra indignación frente a este espectáculo bochornoso! ¡Solicitemos un referéndum, porque es nuestro derecho ser consultados! No sólo por nosotros. El futuro de las próximas generaciones está en juego.
martes, 23 de agosto de 2011
2. De las vergonzantes escenas de sumisión del poder civil a la confesión religiosa católica a las que desgraciadamente hemos asistido estos días, llaman especialmente la atención las declaraciones de prohombres del socialismo, como José Blanco, valorando la visita papal en términos económicos y criticando a quienes cuestionan el gasto público de una visita pastoral de un líder religioso en un Estado aconfesional. A él se unió el más católico-apostólico de los socialistas: el señor Francisco Vázquez, que criticó abiertamente la marcha laica convocada para protestar contra la visita papal, por considerarla "una vergüenza para España". Podríamos pensar que son voces aisladas dentro de ese socialismo al que Intereconomía y compañía se empeñan en seguir tildando de marxista, revolucionario y disgregador (háganselo mirar), pero cuando vemos al señor Zapatero acudiendo a la nunciatura a agasajar al pontífice (ni siquiera le recibió en Moncloa, no, que no se moleste su santidad), y a varios de sus ministros en visitas varias de un empalague que provoca arcadas, enseguida se nos quita esa sensación. El PSOE ha estado muy a gusto durante la visita del Papa y así lo ha hecho ver. Dos datos más: primero, la policía nacional, dependiente del Ministerio del Interior y, por tanto, del gobierno socialista-marxista-leninista, ha protagonizado durante toda las JMJ agresiones inadmisibles contra manifestantes pacíficos y periodistas que recuerdan a otros tiempos; segundo, la cobertura del evento por parte de TVE ha rozado (y en muchas ocasiones, alcanzado) lo vergonzante, ocupando algunos días más de medio telediario en informar de noticias tales como "los peregrinos no pudieron comulgar debido a la tormenta", "lipotimias entre los peregrinos" o "las canciones de los peregrinos", informaciones todas de alto valor informativo en una televisión pública.
3. Una de las reivindicaciones del 15M con las que más se está identificando la ciudadanía es la de lograr la dación en pago para los casos de imposibilidad del pago de créditos hipotecarios y, de esta forma, evitar que al hecho de tener que devolver la vivienda hipotecada se una el de tener que seguir pagando al banco por la diferencia entre su tasación inicial y aquella que fue determinada en pública subasta. No es una regulación extraña en el mundo, se aplica en el Reino Unido y EEUU. ¿Adivinan quién tumbó no una, sino dos iniciativas en el Congreso para aprobar esta medida? Pues sí señores, PSOE y PP.
4. Además de haber realizado los mayores recortes sociales producidos en democracia, y que ya conocemos, el PSOE ha sido el artífice de otras medidas que, no por menos conocidas, dejan de ser significativas: supresión del Impuesto sobre el Patrimonio (hoy leo que puede que lo restablezcan antes de las elecciones, en un nuevo gesto de desvergüenza electoralista), aumento del 0,5% al 0,7% de la cantidad que se destina a la Iglesia por aquellos que ponen la "equis" en su casilla del IRPF (recordemos que los creyentes no pagan una cantidad adicional por poner esa equis, sino que es dinero público que deja de gastarse en otras cosas para destinarlo a la Iglesia), ampliación a 60 días del tiempo máximo de permanencia de extranjeros en situación irregular en centros de internamiento de opaco funcionamiento y dudosa legalidad (no tener permiso de residencia es una infracción administrativa, no un delito y, por tanto, nunca debería conllevar una privación de libertad).
Por todo ello, y desde una perspectiva de izquierdas, debemos de empezar a preguntarnos a quién representan estos señores, qué intereses defienden. Al PP ya se le conoce, son los mismos de siempre (tienen hasta los mismos apellidos), pero lo del PSOE es vergonzante. Desgraciadamente, estamos ante un rodillo PPSOE que está de acuerdo en una serie de líneas rojas que nunca traspasarán y que, curiosamente, afectan a los sectores más poderosos de la sociedad. En una de mis primeras entradas critiqué los fallos de nuestra Transición, que fueron muchos. Lo preocupante empieza cuando ves que dos grandes estructuras de poder se han convertido en garantes de esos fallos e intentan hacerlos perpetuos.
Por eso, desde estas líneas animo a votar el 20-N a cualquier partido minoritario que permita que nuevos aires entren en el Congreso. Ahora hay demasiado olor a naftalina y demasiada caspa en el suelo.
miércoles, 10 de agosto de 2011
Promesas incumplidas
viernes, 5 de agosto de 2011
No puedo evitar una cierta sensación de déjà vu
miércoles, 3 de agosto de 2011
Vergüenza
He elegido este vídeo para poner un ejemplo de las "fiestas" que, a día de hoy, aún se siguen celebrando en este país nuestro y que, a cualquiera con dos dedos de frente, sólo pueden producir vergüenza de compartir nacionalidad con los perpetradores de estos crímenes.
Ahora que vivimos estos tiempos tan cargados de futuro, de nuevas propuestas en las maneras de organizarnos, de vivir, de compartir este planeta, ver videos como este sólo puede llevarnos a denunciar estos espectáculos dantescos una y otra vez. Porque, aunque parezca una obviedad (últimamente parece que no paro de decir obviedades, pero las digo muy a gusto), tenemos que volver a relacionarnos con nuestro planeta, con la naturaleza de la que formamos parte y a la que no podemos atacar de forma tan gratuita, sádica y sangrienta. Mientras la relación de determinados seres humanos (hago esfuerzos para calificarlos así) con nuestros compañeros animales sea de esta prepotencia e ignorancia, no viviremos un mundo mejor.
¿Cómo reaccionaría la mayoría de ciudadanos si me vieran en la calle vestido con un traje hortera, dando pases con un trapo y finalmente acuchillando a un perro que pasaba por allí, animando además a la gente a que viniera a ver el espectáculo? Posiblemente me denunciarían en comisaría. ¿Por qué se siguen permitiendo este tipo de comportamientos con los toros? Y, por favor, no me argumenten que es una tradición milenaria porque, señoras y señores, el hecho de que algo sea tradicional no significa que sea bueno per se. También eran una tradición muy arraigada en el Imperio Romano los espectáculos en los que las fieras devoraban a los gladiadores, o los autos de fe en las plazas públicas en nuestro (no tan) pasado medieval.
Acabemos con estas prácticas bárbaras y persigamos a los culpables. Hagámosles sentir vergüenza de su horrible comportamiento.
martes, 2 de agosto de 2011
Hacia un movimiento global
lunes, 25 de julio de 2011
Apareció el terrorismo cristiano
domingo, 24 de julio de 2011
lunes, 18 de julio de 2011
Día de recuerdos
- A aquellas que soñaron una España mejor.
- A las que se rebelaron contra el yugo de los grandes terratenientes.
- A Clara Campoamor y a tantas otras luchadoras por el voto femenino.
- A las que se propusieron acercarse a Europa en derechos y libertades.
- A las que lucharon por la libertad, sin dios, ni patria, ni amo que se la segara.
- A las que quisieron acabar con siglos de dominación y oscurantismo de la iglesia católica.
- A las que lucharon por un país de ciudadanos, no de súbditos.
- A los maestros que dedicaron sus mejores energías a educar en la libertad.
- A los que fueron fusilados en las tapias del cementerio del Este.
- A sus compañeras que fueron rapadas y vejadas.
- A los que pasaron 40 años de sus vidas encerrados por miedo.
- A los brigadistas internacionales que, a diferencia de sus países, no nos abandonaron.
- A quienes quisieron desmontar del caballo a los amos del cortijo.
- A todos los exiliados.
- A quienes fueron asesinados y arrojados en cunetas donde aún hoy esperan justicia, verdad y reparación.
- A los esclavos del valle de los caídos.
- A todos los que, en los años 30, desde España, dieron lecciones de modernidad al mundo.
A todos ellos, mi agradecimiento y mi recuerdo.
martes, 12 de julio de 2011
Basta de bromas
Es intolerable que países soberanos se vean sometidos a los vaivenes que provocan cada semana tres agencias de calificación, léase Moddy's, Standard and Poor's y Fitch, que juegan a subir y bajar la nota de los países según tenga el ánimo el incompetente empleado de turno que aprieta la tecla correspondiente. Digo incompetente porque está demostrado que estas mismas agencias no supieron prever el hundimiento de Lehman Brothers, que tan lejano parece ahora y que fue uno de los gérmenes de todo lo que sucede hoy. ¿Quién califica a las agencias de calificación?
¿Alguien recuerda que hace 10 o 15 años se hablara de estas agencias? Hoy todos los telediarios abren día sí y día también con la nota que Moody's pone a la deuda española, y los países tiemblan ante una posible bajada en la calificación. Esto, si no fuera por las consecuencias directas sobre los ciudadanos que ya estamos sufriendo, no podría povocar más que risa. ¿Tres empresas privadas, además de capital estadounidense, controlando el comportamiento de toda la Unión Europea y favoreciendo con ello el auge de los especuladores que acuden a la sangría como buitres a la carroña? ¿Hasta cuándo se va a tolerar esto? Por favor, acabemos con esto de una vez y creemos mecanismos serios de calificación a nivel europeo y controlemos a estas agencias que están jugando con cosas demasiado serias.
Y también empecemos a pensar que no es tan grave no pagar la deuda, México o Argentina ya lo hicieron en los 90 e Islandia lo ha hecho hace escasos meses. Como ciudadanos europeos nos corresponde movilizarnos y exigir a nuestros países que no pasen por el aro de este juego que ya apesta. Y que no nos vendan que no queda otra: que nos pregunten en referéndum si queremos hacer frente a esa deuda, que nos pregunten de dónde queremos que se financie el Estado, que nos pregunten si queremos seguir aportando fondos públicos a entidades financieras.
¡Basta de tomaduras de pelo! ¡Quitémonos miedos de encima, el planeta seguirá girando aunque nuestros Estados no puedan hacer frente a sus deudas! ¡Los que no seguirán girando en esta rueda de avaricia y desvergüenza son los cuatro mangantes que la están provocando!
martes, 5 de julio de 2011
¿Dónde está la UE?
En este tiempo de creciente influencia y optimismo del proyecto europeo, muchos países manifestaron su deseo de ingresar en la Unión, especialmente los de la antigua órbita soviética, que veían en la UE, por un lado, una oportunidad de modernizar sus economías y sistemas políticos y, por otro, un retorno a la vieja Europa de la que tanto tiempo habían estado separados por aquel telón de acero que ahora nos parece tan lejano.
Hoy, sin embargo, la Unión aparece ante el mundo más lánguida que nunca, desintegrada por unas, cada vez más, conservadoras y timoratas políticas internas de los Estados, que ante la incertidumbre que vive el planeta, prefieren el "sálvese quien pueda" a proseguir avanzando en un proyecto europeo en el que ya parecen no creer. El error de esta actitud, en mi opinión, parte de la absurda centralidad que hoy en el mundo se otorga a la economía, dejando de lado otros ámbitos de nuestra existencia mucho más importantes. Como ya he manifestado en entradas anteriores, la UE es el espacio geográfico del mundo donde se garantiza una mayor protección social a sus habitantes y supone todo un modelo a exportar y no a desmantelar, porque es fruto de lo mejor del espíritu humano, de la cultura ilustrada y de los derechos humanos. ¿Cuál ha sido entonces el error de la UE? Pues precisamente no exportar este modelo.
Un ejemplo es muy claro: Turquía. Este país, que es miembro asociado de la UE desde 1965, empezó las negociaciones para su adhesión plena en 2005. Tras sucesivas trabas y posposiciones de plazos, hoy esa adhesión parece más lejana que nunca y son muchos los turcos que, recordando su orgulloso pasado imperial, manifiestan que, puesto que Europa no los quiere, Turquía ya no necesita a Europa (y menos ahora que el país se está convirtiendo en una potencia regional en Oriente Medio, con criterio propio en política exterior y tasas de crecimiento económico que enrojecerían a cualquier país "occidental"). La UE no puede escudarse en la falta de cumplimiento de requisitos económicos, porque el AKP (partido islamista en el gobierno que recientemente ha revalidado su mandato), pese a sus muchos defectos en otros ámbitos, en este ha hecho los deberes a la perfección. Ni siquiera puede aducir falta de avances en la protección de los derechos humanos, donde, pese a que siguen existiendo problemas, la situación nada tiene que ver con la de hace veinte años. ¿Cuál es, pues el problema? Pues yo diría que son dos: la población y la religión.
Efectivamente, ni a Francia ni a Alemania les hace gracia que un país que les supera en población les superara, por ende, en representantes en las distintas instituciones europeas y, por tanto llegara a tener la misma influencia que ellos. Tampoco les hace mucha gracia un posible éxodo migratorio turco hacia otros Estados miembros una vez conseguida la adhesión. Sin embargo, y es una opinión personal, llegado el caso podrían llegar a soslayar estos "problemillas", pero no otro que consideran mucho peor: el hecho de que el 99% de la población turca sea musulmana. En no pocas ocasiones hemos oído al Papa manifestar su idea sobre las raíces cristianas de Europa y, por consiguiente, su existencia como un club cristiano. Tampoco deja de ser curioso que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (que no es un órgano de la UE, pero sí es "europeo") haya fallado recientemente a favor de que Italia mantenga los crucifijos en las escuelas públicas mientras también ha admitido la prohibición del velo musulmán en espacios públicos en Turquía y Francia. ¿Coincidencia?
Si aún hay tiempo para ello, en mi opinión nada podría favorecer más la democracia en todo el Oriente Medio y los países árabes que la adhesión de Turquía a la UE, que además supondría la integración de uno de los países más dinámicos, jóvenes y políticamente influyentes de la zona mediterránea. Frente a estas ventajas que parecen obvias, Europa una vez más se refugia en prejuicios nacionalistas y cortoplacistas y, sin darse cuenta, sigue perdiendo influencia en el mundo.
Pocos acontecimientos tan lamentables han ocurrido en lo que llevamos de 2011 como la artrósica inactividad de la UE ante las revueltas árabes que se sucedieron desde febrero. Los distintos gobiernos europeos, de los que formaban parte ministros acostumbrados a veranear en los palacios de Ben Ali o Mubarak, no sabían qué cara poner ante las inapelables manifestaciones ciudadanas que reclamaban aquello de lo que la UE se precia: sistemas democráticos para sus países. Finalmente, una vez más, tuvo que ser EEUU, con escasos intereses en la zona, quien empujara a los viejos países europeos a que se movieran, decretándose una acción militrar en Libia que aún hoy perdura, pero permitiendo baños de sangre en Siria o Bahrein, en casos exactamente iguales al libio. La imagen es, de nuevo, la de esa realpolitik que tanto daño hace al mundo, y que lleva a unos gobiernos de ser adalides de los derechos humanos a amigos íntimos de sátrapas de una semana para otra.
Frente a toda esta situación, haría falta un reforzamiento de la UE como espacio de integración política, eso que se ha dicho tantas veces pero que nunca es inútil repetir: lograr una UE de los ciudadanos y no de los mercados. Porque Europa se ha equivocado muchas veces a lo largo de su historia, y quizá hay muchas cosas de las que debamos arrepentirnos, pero también hemos creado cosas muy positivas para la Humanidad, como nuestro sistema de redistribución de la riqueza, del que debemos sentirnos orgullosos y no dejar que se desmantele sin más. La raíz de toda la crisis que estamos viviendo radica en que "no somos competitivos". ¿Pero aún hoy alguien se cree que podemos llegar a competir con China o India, países donde los más mínimos derechos sociales no son respetados? Por supuesto que no. Por eso, tanto o más importantes que nuestras movilizaciones en Europa, lo son las que se han empezado a ver en China de ciudadanos reclamando sus derechos sociales y laborales. En su fuerza y en nuestra resistencia está el futuro de todos.
Aprendamos del mundo en aquello de lo que nos puedan enseñar, pero enseñemos sobre aquello de lo que podamos estar orgullosos.
Seguimos!
miércoles, 29 de junio de 2011
La mochila del Papa
No puedo evitar que me den repelús las religiones que no tienen sentido del humor y que además tratan de elevar sus valores a la categoría de dogmas universales, tratando de interferir en la vida privada de todas las personas, profesen esas religiones o no. Las tres llamadas "religiones del Libro", es decir, judaísmo, cristianismo e islam, comparten estas características. Las tres adoptan una posición victimista cuando reciben críticas, victimismo que llega a tener consecuencias trágicas cuando, por ejemplo, el Estado de Israel sigue basando todos sus postulados ontológicos en lo que dice un libro escrito hace más de dos mil años, sin importarle el coste en vidas humanas que implica su existencia en un determinado territorio para el que parece ser que fue designado "pueblo elegido". También cuando un dibujante recibe amenazas de muerte por hacer una caricatura de Mahoma, amenazas que en algunos casos pueden llegar a hacerse realidad. Cualquier religión debe tener la capacidad de recibir críticas e incluso de reírse de sí misma.
En esto tienen aún mucho que aprender del budismo. Buda, que en muchas de sus representaciones tiene aspecto de gordito saludable y sonriente, fundó una doctrina en nombre de la cual nunca se ha producido en el mundo una guerra religiosa y, por tanto, que no lleva muertes a sus espaldas. Estoy convencido de que, si en el futuro la Humanidad elige una nueva forma de espiritualidad o religiosidad, esta tendrá mucho del budismo, de cuya doctrina del desapego y renuncia a las posesiones podríamos aprender mucho en los próximos años.
Somos seres racionales, y creo que, en el caso de que existiera algún dios, se deprimiría profundamente viendo a sus criaturas llorando desconsoladamente porque se rompe un palo del paso de una procesión y no se puede sacar a la estatua de madera correspondiente a la calle, o muriendo en una estampida en La Meca después de realizar unos rituales totalmente tribales e irracionales, o agradeciendo a Dios cada mañana por no haber nacido mujer, como hacen los judíos ortodoxos. ¿Realmente se es mejor persona por no comer cerdo o por ayunar en horas de luz durante un mes? ¿Hay diferencia entre una procesión de semana santa y unos nativos americanos bailando alrededor de un tótem (a los que se suele denigrar por primitivos)?
Estoy convencido de que cuanto antes nos despojemos de estas tres religiones supersticiosas, anticuadas y profundamente negativas en su balance final en la Historia, antes el mundo será un lugar mucho más agradable para vivir. Sin duda, algún día terminará su camino en este planeta, ¿o acaso hoy alguien se acuerda de rezar a Zeus o a Quetzalcoatl?
domingo, 26 de junio de 2011
La revolución de la empatía
"Lupus est homo homini, non homo, quom qualis sit non novit."
(Lobo es el hombre para el hombre, y no hombre, cuando desconoce quién es el otro)
Tito Macio Plauto
“Tenemos que volver a la naturaleza, porque la naturaleza es buena y el hombre es bueno por naturaleza”
Jean-Jacques Rousseau
Que estamos ante un cambio de modelo político y social es un hecho palpable en multitud de acontecimientos a los que estamos asistiendo en nuestro planeta, desde la crisis de todo un modelo económico cuyas insuficiencias y despropósitos son cada vez menos ocultables, hasta las esperanzadoras nuevas formas de participación política de la ciudadanía que se siente cada vez más lo que nunca debió dejar de ser: el primero de los sujetos políticos.
Hace ya más de doscientos años, mientras autores como Rousseau defendían que el ser humano era bueno por naturaleza, siendo la sociedad quien lo convertía en malo, otros como Thomas Hobbes afirmaban por el contrario que el ser humano era perverso y egoísta, y que era el Estado quien debía tener el monopolio del uso de la fuerza para encauzar su comportamiento. ¿Quién de los dos tenía razón?
Lejos de mi intención contradecir a dos padres de la teoría política, a los que tanto deben los sistemas más o menos democráticos en los que hoy algunos de los habitantes de este planeta habitamos, pero creo que ninguno de ellos tenía toda la razón. A menudo escuchamos, y a raíz de la crisis que estamos viviendo es un comentario que ha ido ganando cierta presencia, que no se pueden evitar determinados comportamientos humanos que hoy están escandalosamente presentes en nuestras sociedades, tales como el egoísmo, la ambición desmesurada, el afán desmedido de poder o la avaricia sin límites. Partiendo de esa cita latina homo homini lupus que tanto gustaba a Hobbes, estas actitudes se llegan a ver como naturales para acto seguido colocarlas en el cajón de las "cosas inevitables" y, por tanto, eternas. Está en la naturaleza de las personas ser egoístas, ser avariciosas o corromperse cuando llegan a tener alguna cuota de poder así que, amigas y amigos, no intenten luchar contra eso.
Estoy de acuerdo en que estos comportamientos son naturales, pero desde luego no son humanos. Me explico. Todos tenemos pensamientos egoístas en determinados momentos de nuestras vidas. No soy antropólogo ni psicólogo social, pero entiendo que esto se debe a nuestro instinto de supervivencia innato como una especie más del planeta. Es efectivamente natural que tendamos a protegernos a nosotros mismos y a nuestros seres más cercanos en momentos de temor o incertidumbre. Pero lo maravilloso del ser humano es que tenemos una mente capaz de dominar nuestros impulsos animales y por eso somos capaces de escribir poemas o sinfonías, que son actos muy poco "naturales". Tenemos, pues, dos vertientes: la natural y la racional, y ambas deben funcionar en equilibrio. El lógico instinto de autoconservación puede degenerar en el egoísmo desmesurado que lleva a determinadas personas a acaparar ingentes cantidades de dinero, riquezas y posesiones sabiendo que comparten planeta con otras que no disponen de agua corriente, medicinas o un techo bajo el que vivir. Calificar esta realidad como algo inevitable en el ser humano (además de hacernos muy poca justicia a nosotros mismos) implica justificar comportamientos que son de todo punto injustificables.
En mi opinión, lo importante no es lo que somos, sino cómo nos comportamos con los demás. Porque sí, es cierto, yo, usted que me lee y todos y cada uno de los habitantes de este planeta tenemos instintos egoístas, pero algunos los controlan e intentan hacer del mundo un lugar más agradable para vivir, y otros les dan rienda suelta y, sin duda, convierten este mundo en un lugar más difícil y, desde luego, menos humano. Hoy no me detendré en conceptos políticos para defender la pequeña revolución que está naciendo en España desde el 15 de mayo, porque lo ideal sería no detenerse en viejas dicotomías o "ismos" políticos, sino empezar a hablar de una revolución de la empatía. Actualmente, con la ingente cantidad de información a la que tenemos acceso, ponerse en el lugar del otro es más fácil que en tiempos de Rousseau o Hobbes, y de hecho muchos vibramos con los ciudadanos que lograron revertir sistemas políticos tiránicos en Túnez o Egipto, y con los que lo siguen intentando en la ya histórica "primavera árabe", y también se nos encogió el corazón ante catástrofes como el terremoto de Haití del año 2010 o el más reciente de Japón y su posterior desastre nuclear. ¿Qué tenemos en común con los habitantes de estos países? Pues algo no poco importante: nuestra propia humanidad. El mundo cada vez es más empático y, sin duda, eso redundará en que cada vez sea un mundo mejor.
Pero no sólo hablo de empatía con lo que sucede fuera de nuestras fronteras: en España hay gente que está siendo desahuciada todas las semanas y obligada a seguir pagando su deuda al banco después de entregar su casa hasta acabar en la más absoluta de las miserias, también hay extranjeros recluidos en centros de internamiento antes de ser expulsados del país, centros fuera de todo control legal e informativo y donde los derechos humanos entran en esas zonas de sombra tan peligrosas en nuestras sociedades (por desgracia, hay muchos Guantánamos), y tenemos toda una generacion que ya ve como algo normal e inevitable salir del país a buscarse la vida y, por tanto, convertirse en emigrantes. Como todos podemos ser desahuciados, como todos podemos entender lo que es ser inmigrante en otro país y como todos tenemos constancia de que nuestra dignidad y nuestros derechos son lo más importante que tenemos como personas, sólo nos queda avanzar en esta revolución de la empatía, para seguir mejorando el mundo.
Ánimo!
jueves, 23 de junio de 2011
Preguntas para un referéndum
miércoles, 22 de junio de 2011
¿Por qué están quebrando países y no bancos?
martes, 21 de junio de 2011
Que treinta años no es nada...
- Segundo chirrido: En la Administración de Justicia española actual (sí, a 20 de junio de 2011) aún hay jueces y magistrados que juraron los Principios Generales del Movimiento cuando empezaron a trabajar. Si a esto le unes un sistema de nombramiento para los grandes órganos judiciales del Estado (Tribunal Constitucional, Consejo General del Poder Judicial, Tribunal Supremo) basado en la propuesta de candidatos por parte de los partidos políticos, nos encontramos con situaciones tan edificantes como que hace unos días tres magistrados presentaran su renuncia en el TC, porque su renovación debería haberse producido seis meses atrás. Por cierto, esos partidos políticos son los mismos que corren prestos a los micrófonos a reclamar respeto a las sacras e intocables instituciones democráticas en cuanto alguien que no conocen se sale del tiesto, faltaría más.
- Tercer chirrido: La Iglesia católica sigue recibiendo en España un trato de favor (más de 6000 millones de euros al año) y unos privilegios (exención de impuestos varios, por citar uno) inexplicables en cualquier país aconfesional. También en el año 2011 tenemos que aguantar que el presidente de las recién formadas Cortes valencianas, señor Juan Cotino, plante un crucifijo en la sesión de investidura y ni un solo diputado se plante, abandone la Cámara o solicite inmediatamente la retirada de un símbolo religioso de un lugar público y, por tanto, de todos.
- Cuarto chirrido: En el no muy edificante pero valioso para extraer alguna enseñanza siglo XIX español, donde las tasas de analfabetismo eran sonrojantes, se estableció un sistema parlamentario basado en el turnismo, según el cual liberales y conservadores se turnaban en el poder mediante elecciones amañadas. Qué gran historia la española, ¿verdad? Yo hace mucho que dejé de reírme del chiste de que el sistema ofrezca como únicas alternativas del señor Zapatero a los señores Rajoy o Rubalcaba.
Llevamos oyendo estos chirridos más de treinta años porque, aunque algunos lo traten de evitar, de vez en cuando las puertas de las habitaciones de la casa se abren y se cierran (y de algunas sale un olor que levantaría a Drácula de la tumba, pero de día). Y los oídos empiezan a doler. Y los argumentos son cada vez más insostenibles.